Poco a poco se va cumpliendo nuestra primera semana en el país andino. Nuestros compañeros de los Grupos de Reflexión y Solidaridad de los Colegios Diocesanos de Ávila, GRYS, nos han dedicado una entrada en su blog: grysdiocesanos.blogspot.com.es @grysdiocesanos. ¡Muchas gracias! ¡Guay/Genial!, o como dicen aquí: ¡bacán! Pronto incluiremos una entrada dedicada a algunos rasgos diferentes que existen entre nuestro español y el que se habla acá. Ya estamos a martes 29 de julio, fiestas patrias. Perú cumple 193 años desde su independencia. Algunos datos básicos: población (28 millones), media de edad (26), tasa de pobreza (54%), etc. Hoy el centro de la capital está prácticamente cerrado al tráfico y, por ello, nos ha costado más llegar. No obstante, las calles están menos transitadas y la visita se hace con tranquilidad. Todas las calles están engalanadas con la bandera y los colores del Perú: rojo y blanco. Hemos comenzado por el Monasterio de San Francisco de Asís, de color amarillo brillante, es famoso por sus catacumbas llenas de huesos alineados y por su biblioteca (más de 25.000 textos antiguos, también en Aymara y Quechua), la segunda más importante de toda Latinoamérica, por detrás de la de Quito, también de los Franciscanos. Posteriormente, hemos tomado un minibus para subir al Cerro de San Cristóbal, desde donde se pueden apreciar las mejores vistas de la ciudad, si la garúa (neblina espesa que abunda en la ciudad) lo permite. Hoy no ha sido el mejor día para subir pero aún así hemos podido divisar distintos distritos cercanos: Rimac, y San Juan de Lurigancho, entre otros, así como la transitada Panamericana. Este cerro, de unos 400 metros de altura, está dedicado a San Cristóbal por la victoria española sobre los indígenas, y tiene una gran cruz, construida en 1928 e iluminada de noche. Hoy es lugar de peregrinación en Semana Santa; y lugar típico para los enamorados o "bobos", como dicen aquí. Desde ahí, nos marchamos a seguir saboreando la comida peruana: chupe de camarones y lomo salteado, con chicha morada. Por la tarde, hemos visitado la Iglesia de Santo Domingo, uno de los edificios religiosos más ilustres de esta ciudad. Esta iglesia rosa es muy popular en la capital como lugar de eterno descanso de tres santos peruanos importantes: San Juan Macías, que dedicó su vida a los pobres; santa Rosa de Lima, patrona y primera Santa de América Latina; y San Martín de Porres, conocido por su humildad, representado siempre con su escoba. Por último, hemos visitado el santuario de Santa Rosa de Lima, que se encuentra en una avenida muy concurrida donde se halla el lugar en que nació. Al otro lado de la calle, la casa-capilla de San Martín de Porres conmemora el lugar de nacimiento de San Martín (actualmente centro de estudios religiosos). Desde allí, nos desplazamos a la Plaza San Martín, libertador de Perú, José de San Martín, representado en la figura ecuestre del centro. En la base de la estatua figura una pieza de bronce que representa a la Madre Patría, España.
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