DÍA 1 - VUELO A LIMA

Miércoles, 6 de Agosto de 2015

A las 7:00 horas quedamos en la estación de bus de Ávila; este bus nos llevará al aeropuerto de Barajas, llegando a las 9:00, tiempo suficiente ya que el vuelo sale a las 12:10.

Nos acompañan en la despedida los padres de Laura y Lorena. Se quedaron “tranquilos” ya que van a estar muy bien informados a través de las redes sociales. Alguno ya estaba pensando en la posibilidad de tener esta experiencia en próximos años.

El tiempo de espera en Barajas se hacía más ameno leyendo la gran cantidad de mensajes de ánimo que nos mandabais. Muchas gracias a todos, vuestra presencia y oraciones las estamos sintiendo en cada momento.

Facturamos el equipaje y nos llevamos la sorpresa de que había overbooking, aunque al final nos colocaron, en filas separadas y distantes, pero con asientos al final. Por nuestra parte insistimos a la señora/señorita que nos atendió que no había ningún inconveniente en trasladarnos a 1ª clase, si había tantos problemas con los asientos, pero no coló.

Como os decíamos antes, llegamos con 3 horas de anticipación a Barajas, pero todo fue tan lento que no nos dio tiempo ni a tomar un café. Los controles los acabamos a las 11:30 y directos a embarcar.

El vuelo a Bogotá sin complicaciones, 10 horitas que se pasaron durmiendo, leyendo y viendo alguna película. Por cierto viajamos con Iberia, y a destacar las albóndigas con puré de patatas del almuerzo, muy buenas.

En el aeropuerto de Bogotá, a las 16:30 horas (7 horas más en España), nos tomamos ese café que no pudo ser en Barajas: dos cafés con leche y un juguito de mora. A las 19:10 sale nuestro vuelo a Lima.

Tras 3 horas más de vuelo llegamos a Lima a las 22:10. Pasamos los controles de migración y al recoger las maletas “falta una”, se ha quedado en Madrid. Está localizada y nos la envían mañana viernes por la tarde, ¡qué desastre!, con lo bien iba todo hasta ahora.

Nuestro amigo John (el taxista) nos espera a la salida para llevarnos a la Casa de las Carmelitas del Sagrado Corazón en el distrito de San Miguel, lugar donde nos alojaremos estos dos días que estaremos en Lima. Son las 23:50 y la hermana Rosa está esperando nuestra llegada.

A la cama. Hasta mañana si Dios quiere…

Terminamos con las palabras de José Ernesto en la despedida vía whatsapp: "Muchas gracias a tod@s, las mochilas cargadas de ilusión, alegría y con ganas de compartir. Para uno sólo pesaría demasiado, pero como sabemos que vosotros estáis a nuestro lado, el camino se hace más llevadero…"