Miércoles 26 y Jueves 27
Tras un rápido desayuno, como tantos otros días, a las 7:50 nos
esperaba el autobús con el cual íbamos a hacer la visita turística al Valle
Sagrado.
La primera parada fue en un mercado de joyas y artesanías en la
población de Pisac, donde nos enseñaron a distinguir los distintos materiales
que utilizan en la elaboración de joyas.
Tras un breve paseo por el mercado artesanal y algunas compras (tras
los oportunos regateos), volvimos al autobús para dirigirnos al Parque
Arqueológico de la citada población de Pisac. Desde allí pudimos contemplar
unas vistas espectaculares, destacando los enterramientos en piedra, similares
a los de la cultura Moche de Chachapoyas.
También las construcciones para la
población Inka de dicha zona. Desde la zona alta pudimos apreciar la gran
cantidad de terrazas destinadas a la agricultura (maíz, patata y coca).
Camino a la ciudad de Ollantaytambo, hicimos una pequeña parada para
almorzar en Urubamba, un buffet libre que degustamos con mayor o menor apetito.
Después de este breve descanso, llegamos a la ciudad inka mencionada
anteriormente de Ollantaytambo.
Allí observamos como las construcciones están
prácticamente intactas desde hace más de 500 años: calles estrechas y
adoquinadas con los desagües de pluviales en el centro de dichas callejuelas.
Al entrar en su complejo arqueológico nos sorprendió la gran altura del mismo y
las grandes rocas con las que fue construido, traídas de una cantera sita a 7
kilómetros. Después de un gran esfuerzo, pudimos coronar la parte superior de
dicho complejo, desde la cual se observaban los tres valles. El esfuerzo no nos
alcanzó para subir a los graneros que estaban en la colina de en frente.
A las 19 horas tomamos el tren que nos llevaría hasta la población de
Aguas Calientes, punto de inicio para la subida a Machupicchu que estaba
previsto para el día siguiente. Como llegamos al hotel a las 21 horas y nos
teníamos que levantar a las 4 de la madrugada, decidimos irnos a dormir después
de un ligero bocadillo.
Jueves 27
A las 4:30 suena el despertador. En cuanto bajamos a desayunar empezó
a diluviar, por lo que pensamos que el día se nos iba a estropear, pero
afortunadamente la tempestad pasó rápida. Una vez finalizado el desayuno nos
dirigimos a la cola para tomar el autobús de subida a Machupicchu. Por suerte,
aunque la cola era enorme, debido a la gran cantidad de autobuses solo tuvimos
que esperar media hora. Por lo que a las 6:10 ya estábamos arriba.
La visita guiada empezaba a las 7:40, por lo que aprovechamos ese rato
para comenzar una visita por nuestra cuenta y hacer las primeras fotos, estando
la niebla todavía un poco baja.
La visita guiada comenzó un pelín más tarde de lo previsto y duró casi
3 horas. En ella pudimos visitar los distintos sectores del complejo,
comenzando por el agrícola y terminando por el urbano. Cabe destacar el templo
de las tres ventanas, la roca sagrada, el observatorio astronómico la plaza
principal y el templo del cóndor.
Las vistas desde lo alto del Machupichu son dignas de admirar por su
extensión y belleza. También hay que resaltar el tipo de construcción Inka que
ha permitido que a pesar de los seísmos acaecidos en la zona las construcciones
se mantengan en buen estado.
Después de pasear contemplando la panorámica y tomar varias fotos,
tomamos el bus que nos dejaría en Aguas Calientes donde nos tomamos un
agradable café con vistas espectaculares.
Más tarde el tren nos dejaría en la ciudad de Ollantaytambo pasando
entre montañas, allí el señor Melquiades nos esperaba para poner rumbo a Cuzco,
nuestro ultimo día por estas tierras pues de aquí partiremos mañana a Lima para
horas más tarde partir para España.
Un besazo enorme para todos
Ernesto, Lorena y Laura
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