Ayer terminamos nuestro diario cuando nos
disponíamos a viajar a Chiclayo ciudad de paso en nuestro itinerario, llegando
a esta cuidad sobre las 8:30 a.m, el autobús hay que remarcar que contaba con
unas instalaciones cómodas y modernas, sin embargo el viaje era inevitable que
fuese largo.
A las 9:30 tomamos otro autobús destino
Pucará; durante este trayecto superamos la cordillera Andina con una altura máxima de 2.100 metros, muy inferior a otras zonas de Perú, por lo que
el trayecto no fue muy complicado y fue soportable.
La
hermana Josefina nos esperaba en la parada de autobús en Pucará, eran las
15:30. En dos mototaxis nos desplazamos a la escuela de Fe y Alegría “María Inmaculada”. La hermana Carmen nos
recibía con la comida en la mesa, ya que durante todo el viaje no habíamos
probado bocado por miedo a alguna indigestión. En realidad, la única comida que
probamos fue una bolsa de chifle.
El resto de la tarde lo dedicamos a
perfilar los talleres que realizaremos de Lunes a Viernes y distribuir los horarios en colaboración con
las hermanas.
Prontito nos fuimos a la cama, ya que había
sido un largo día y a las seis de la mañana tocaba el despertador.
Ciao, ciao!!!
P.D: José Ernesto nos dice qué rancia la
despedida!!!
Bueno chicos!!!, que vistas mas bonitas.
ResponderEliminarDisfrutad muchísimo de vuestra estancia allí. A la vuelta tenéis que contarnos con pelos y señales.
Nos acordamos mucho de vosotros todos los días.
Un besazo enorme para los tres.