lunes, 4 de agosto de 2014

DÍA 11: CALLAO, FE Y ALEGRÍA Y CUSCO

Lunes, 4 de agosto. Comenzábamos el día prontito, había que recoger las maletas y despedirse momentáneamente de la Hermana Etel. A primera hora partíamos para la Oficina de Fe y Alegría en Perú. Fe y Alegría es un movimiento de educación popular integral, promovido por la Compañía de Jesús, que brinda educación pública de calidad a los sectores más necesitados del Perú desde 1966. Crea y conduce instituciones educativas en beneficio de la niñez y juventud del país. Se trata de una institución educativa que José Ernesto conoció en España y con quien posteriormente colaboró durante su estancia en Ecuador. En España, "Fe y Alegría" se conoce como Entreculturas. Allí en la oficina hemos dialogado con el Padre Antonio, quien nos ha explicado quiénes forman parte de esta obra: más de 85.000 alumnos en todo el Perú, 4.400 profesores y personal administrativo, 48 congregaciones religiosas, 79 instituciones educativas, 268 talleres de educación técnica, 7 institutos superiores tecnológicos, 20 centros de educación técnico productiva, etc. En Facebook "FeyAlegriadelPeru se puede encontrar más información, o en Twitter: @FeyAlegriaPeru. Al mismo tiempo, Álvaro visitaba el Penal "Sarita Colonia" en El Callao. Allí se encontraba de nuevo con la hermana Meche para visitar el Centro Penitenciario y conocer los talleres que realiza la Pastoral Penitenciaria de esa diócesis. Dentro hay cerca de 200 internos españoles por condenas contra la salud pública, que van de los seis a los siete años en general. Es un penal con una capacidad para 500 internos y donde actualmente sobreviven más de 4500 internos en condiciones muy precarias. El hacinamiento es uno de los principales problemas. La Pastoral Penitenciaria desarrolla allí un gran trabajo desde la creación del penal hace más de veinte años. A la salida nos hemos dirigido al aeropuerto para coger nuestro vuelo a Cusco. Después de una hora y un aterrizaje movidito por el viento, hemos llegado a Cusco a las 16,45 horas. Hemos dedicado la tarde a instalarnos, acostumbrarnos a la altura y evitar el mal de altura o soroche (para lo cual hemos "picheado" hoja de coca), y hemos dado un paseo por la Plaza de Armas. Lo poco que hemos podido ver nos ha servido para darnos cuenta de la belleza e importancia de este lugar para la historia peruana. En estos dias os contaremos más detalles de la visita. ¡Hasta pronto!

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