martes, 5 de agosto de 2014

DÍA 12: CUSCO

Miércoles, 5 de agosto de 2014. Podemos resumirlo como un día de turismo. La visita a Cusco era obligada en espera de visitar Machu Picchu. A primeras horas de la mañana solucionamos unos asuntos bancarios y después, con el señor Melquiades, nuestro guía en la ciudad, partimos hacia las ruinas incas cercanas a la ciudad. Las más cercanas son: Sacsayhuamán, Q'enqo, Pukapukara y Tambomachay. Hemos visitado las dos primeras. En general, se pueden visitar en un día. El sitio más destacado es Sacsayhuamán. Está a una caminata de menos de dos km desde la Plaza de Armas, en el centro de Cuzco. Sacsayhuamán parece enorme, pero lo que hemos visto no es más que cerca de un 20 % de la estructura original. Poco después de la conquista, los españoles derribaron muchos de sus muros y usaron sus bloques de piedra para construir sus casas cuzqueñas. Sin embargo, dejaron las rocas más grandes e impresionantes, que habían sido traídas por los incas desde una cantera a cinco km de allí. En 1536 esta fortaleza fue la sede de las batallas más amargas de la conquista española. Más de dos años después de que Pizarro entrara en Cuzco, el Inca Manco reconquistó la indefensa Sacsayhuamán y la usó como base para sitiar a los conquistadores. Estuvo a punto de derrotar a los españoles pero un desesperado ataque de 50 soldados de caballería española pusieron punto final a la rebelión. Lo más llamativo es que estas piedras llegan a pesar más de 300 toneladas y se ensamblan sin mortero de una forma tan firme que ni siquiera cabe un cuchillo entre ellas. Q'enqo significa "zigzag o laberinto". Se compone de una vasta roca de piedra caliza sembrada de nichos, escaleras y extraordinarias tallas simbólicas. Incluso en estado ruinoso, estas estructuras cobijadas en entornos naturales espectaculares son un escenario inolvidable. Su majestuosidad fue reconocida por los españoles, aun cuando los dejaron a un lado para construir sus propios edificios. El cronista español Pedro Cieza de León escribió en el s. XVI: "Ahora que los jefes incas han perdido su poder, todos estos palacios y jardines, junto con sus otras grandes obras, han caído, por lo que no más sobreviven sus restos. Como se construyeron con piedra buena y su mampostería es excelente, quedarán como un recuerdo vivo para los siglos venideros." Posteriormente, hemos vuelto a la Plaza de Armas andando, pasando por distintos barrios y puntos de interés. Entre los más destacados, como decíamos ayer, la Plaza de Armas. En tiempo de los incas esta plaza llamada Huacaypata era el corazón de la capital. Hoy es el centro neurálgico de la ciudad moderna, donde ondean la bandera peruana y la irisada de Tahuantinsuyo, que representa las cuatro regiones del Imperio Inca. La plaza está rodeada por soportales coloniales. En ella podemos encontrar la Catedral, las iglesias de Jesús María, la de la Compañía de Jesús y El Triunfo. La hemos visitado de día y de noche, pues de noche cambia por completo, toda iluminada y casi más hermosa. Además hemos presenciado la procesión de la Virgen de las Nieves, con cantos y bailes típicos, petardos, fuegos artificiales, etc. También hemos ido a la Iglesia de Santo Domingo para participar en la Eucaristía. Es una Iglesia preciosa, barroca, nos ha llamado la atención por sus cuadros modernos de arcángeles representados como niños andinos en vaqueros y camisetas. Mañana saldremos a primera hora para el Valle Sagrado. Pasaremos por Ollantataytambo, Urubamba y pernoctaremos en Aguas Calientes la noche previa a subir a Machu Picchu. Intentaremos teneros informados, un fuerte abrazo.

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