Llegó el viernes... con pena, nos vamos dando cuenta de que nos estamos despidiendo de la selva, de sus paisajes, de sus palmeras, animales, belleza natural, río, flores, vegetación... Todo lo que nos rodea se asemeja al paraíso. Sólo con las fotos no se puede apreciar todo lo vivido. Se hace necesario venir a Chiriaco, y en realidad, a Perú. Sin duda, Misión Chiriaco ha sido la guinda del pastel. Ya hoy a sabiendas de que agotábamos nuestras últimas horas, nos dispusimos a preparar todo lo necesario para terminar el lip-dub, para charlar con las alumnas de 5o de Secundaria, para ir a Wachapea a rezar... Y así hicimos. Antes de las 8 am estábamos ultimando detalles con el profesorado para grabar parte del Colegio que no había aparecido aún en el vídeo. Más tarde, nos sentamos con las alumnas para dialogar sobre sus próximas decisiones, vida académica, proyecto de vida, etc. Hubo tiempo de nuevo para compartir nuestra vocación, nuestra vida: fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades. Son de los momentos más enriquecedores de esta experiencia por cómo nos sentíamos al compartir nuestra vida con ellas y viceversa. Al terminar nos acercamos con las alumnas de 2o A de Secundaria (aún no las habíamos visitado) y con 2o B, para realizar un taller de poliedros recortables. José Ernesto explicó la actividad y rápidamente se lanzaron a colorear las figuras geométricas, recortar y pegar. Muchas tuvieron tiempo para hacer dos figuras incluso. Como en otras ocasiones, por demanda de las alumnas, terminamos el taller ensayando y aprendiendo nuevas canciones. Hoy: "yo tengo un tic", "bendición de la mesa: con la mano / codo...", "Hay que nacer del agua, etc.", "Soy una taza, una tetera...", y hasta una canción en Inglés. Enseguida se las aprendieron y las cantaban mejor que nosotros... Siguiente actividad: partido de voleibol con las alumnas de 4o de Secundaria. Hoy sí pudimos ganar. Las alumnas juegan de maravilla, y gracias a su ayuda pudimos ganar. Fue divertido jugar con el profesor de Educación Física, Alí, quien se esfuerza cada día por seguir enseñando cosas nuevas a sus alumnas: coreografías, deportes (balonmano), manualidades y cerámicas de origen awajú. De allí a la comida-despedida. Riquísimo ceviche y chicharrón de pescado, como toda la comida que hemos degustado con las hermanas. Dialogamos con las hermanas sobre nuestra semana inolvidable... A las 4 pm nos pusimos en marcha para rezar con los más jóvenes de la comunidad indígena de Wachapea. Estuvimos durante una hora rezando, cantando y bailando en la capilla con los más pequeños de la Comunidad. Toda la actividad en Awajú. Nosotros hicimos lo que pudimos con la pronunciación. Inmediatamente después seguimos caminando por el pueblo hasta que llegamos a la casa de Tumush, muntu (mayor) awajú y antiguo apu de la Comunidad. Tumush fue el primer apu que solicitó a las hermanas que educaran a sus hijas, no solo a sus hijos. Llegaron hasta Jaén y hablaron con el Obispo para pedirlo, caminando por el bosque, pues entonces no había carreteras. Hace ya 46 años de aquella petición y del comienzo de la entrega de las Siervas de San José al pueblo awajú. A las 6 pm regresamos al Colegio con las alumnas encargadas de la oración y de la liturgia. Allí nos encontramos con Alí para terminar la grabación en la sala de plástica y la capilla, donde rezaban las hermanas. Allí nos quedamos al acabar para dar gracias a Dios por la jornada de hoy, por la semana, por la acogida de las hermanas, por la alegría de las alumnas. De la mística a la mástica, y de la mesa al salón para seguir preparando nuevas experiencias misioneras en los próximos veranos... ¿Alguien se apunta...?
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